Yoes
Personifica la vida interior del ser humano, una vida cambiante formada por múltiples personalidades que afloran según las diversas circunstancias que en nuestra vida terrenal nos toca transitar. Más de trescientos rostros de trescientos “Yoes” dan existencia a la obra. Personajes anónimos, materializados mediante la técnica de fieltro. La ductilidad, suavidad y ligereza son hallados en las fibras de vellón de lana que se entrecruzan para formar una tela con la cual, como si fuera un papel carbónico, se reproducen las cabezas de muñecos de plásticos, otorgándoles una nueva entidad en los relieves y volúmenes afieltrados, reflejando en la multiplicación y repetición de formas humanas la pluralidad del ser.