Mapuche me nombro dignidad
Anochece. Mary Anne Hoffmann-Peña está sola y bebe vino en la casona del latifundio de su familia, en el sur de Chile. Embriagada comienza a añorar la dictadura de Pinochet y manifiesta un discurso a favor de la ex Colonia Dignidad -asentamiento alemán donde se cometieron actos de esclavitud y pedofilia-. Repentinamente recuerda a Angelita, una mujer mapuche que tuvo como empleada doméstica. Afuera, el viento se levanta de manera intensa y desde el interior de Mary Anne, algo se expresa involuntariamente: es el espíritu de Angelita que se apodera de su cuerpo y revela un grito de guerra y dignidad a favor de su pueblo.
Mauricio Arturo Fuentes Contreras
