La poesía sobre el monotributo
Unos tres poemas como este. Soñé que te besé, te asusté. Me dijiste: Pará, ¿sos torta? No lo soy -te dije y te besé otra vez. Soy alas de pollo, que pueden volar. Si no las pones en el horno. Sos vos que sos mi postre. Mi chocotorta, mi vauquita, mi arroz con leche, Mi banana con dulce de leche. Te quiero y te quiere mi inconsciente, Te queremos conscientemente, constantemente. Y te cogeremos aunque sea en nuestros sueños. Si nos gustan las mismas cosas: La petaca, el porro y helado. Decime, ¿por qué no estás a mi lado?