Aquello que me hace feliz continúe el resto de mi vida
Normalmente en la naturaleza las fuerzas no se presentan solas, sino en pares como sucede con las fuerzas de acción y reacción. Estas fuerzas las ejercen todos los cuerpos que están en contacto con otro. Estos presupuestos en el medio natural son de aplicación a procesos físicos y mecánicos. En el medio social ocurre algo parecido: el ser humano con su acción sobre otro provoca una reacción, lo que se conoce como conducta reactiva. Si la acción lleva implícito un carácter positivo, pues la conducta reactiva puede ser positiva en un alto nivel de probabilidades. Si lleva implícito un gesto con carácter negativo, también con un alto nivel de certeza se puede esperar una conducta reactiva que lleve implícito un gesto con carácter negativo. Por lo que, toda acción humana ejercida sobre otra persona provoca una, conducta reactiva, sea positiva o negativa. Así algunas acciones humanas pueden crear caldo de cultivo para la aparición de situaciones sociales conflictivas, en la medida en que determinadas condiciones dan lugar a que se repriman algunas conductas reactivas negativas. Estas conductas reprimidas provocan sufrimientos que favorecen la gest